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EL REY DEL RETIRO

Sueño

Las noches de Rock&Roll no sólo le impiden a uno madrugar para ir a la piscina (municipal), quebrando por primera vez la firme y sorprendente diligencia (hasta ahora) existente, sino que además motivan que uno no escuche el despertador que anoche olvidó conectar. Las especias que aderezan el día son las irrefrenables toses, el clásico dolor de cabeza por todos conocido, una moquera del tipo alergia y la desconcentración en grado mayor del habitual. Y la divina primavera puede conmigo, y el almendro que florece en mi ventana.

Y hoy repito.

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