Tensar la cuerda
Muy de vez en cuando el agua hirviendo se acerca al borde de la olla y parece inminente su desborde. Pero no es mi agua, ni mi olla y quien la olvidó al fuego será quien deba quemarse... Yo voy a cantar, que la luna me sabe a poco, y a tratar de aguantar, sobre mis amplias y cargadas espaldas, los vendavales ajenos
"Decía que tenía el corazón alicatao hasta el techo,
Que a ver si no podía hacerle yo una cenefa a besos
pa llenar de porvenir los bolsillos del mandil
y colgar un recuerdo de cada azulejo,
y es que ná le da más asco que aguantar como un peñasco
a que pase el invierno,
que le diga que ya nos veremos,
que ha vivido en un silbido
orgullosa de haber sido una yegua sin freno,
desgastada de andar por el suelo,
le dije que a la noche por los poros me salían mares,
soñando que me hablaba y me agarraba a sus cuerdas vocales,
que no hay quien pueda dormir escuchando mi latir,
que parece que está masticando cristales,
tengo un gato en las entrañas, un tembleque en las pestañas
y muy poco tiempo,
si me dice que ya nos veremos,
voy rompiendo las persianas pa dejar por mi ventana
el camino abierto,
si se cansa de andar por el suelo,
pondremos el mantel, tu quédate a mi lado,
a comernos al amanecer lo que quieran las manos,
y de postre un sol maldito que termine de volverme loco,
que ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco".
"Decía que tenía el corazón alicatao hasta el techo,
Que a ver si no podía hacerle yo una cenefa a besos
pa llenar de porvenir los bolsillos del mandil
y colgar un recuerdo de cada azulejo,
y es que ná le da más asco que aguantar como un peñasco
a que pase el invierno,
que le diga que ya nos veremos,
que ha vivido en un silbido
orgullosa de haber sido una yegua sin freno,
desgastada de andar por el suelo,
le dije que a la noche por los poros me salían mares,
soñando que me hablaba y me agarraba a sus cuerdas vocales,
que no hay quien pueda dormir escuchando mi latir,
que parece que está masticando cristales,
tengo un gato en las entrañas, un tembleque en las pestañas
y muy poco tiempo,
si me dice que ya nos veremos,
voy rompiendo las persianas pa dejar por mi ventana
el camino abierto,
si se cansa de andar por el suelo,
pondremos el mantel, tu quédate a mi lado,
a comernos al amanecer lo que quieran las manos,
y de postre un sol maldito que termine de volverme loco,
que ya sabes que la luna a mí siempre me sabe a poco".
5 comentarios
Hugo -
Y gracias a ti G!, que este tiempo que estuviste escribiendo fue una gozada seguirte. Muchos besos y ya nos veremos.
G. -
G. -
Besitos, Mr, y muchas gracias por todo :)
Hugo -
Gracias por tus palabras y otro beso
ana -
Suerte en todo caso y un beso.