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EL REY DEL RETIRO

La independencia, bien, gracias

Muchos amigos me preguntan si no me resulta complicado hacer todo aquello que hacen sus madres en casa. En mi caso la independencia, allá por mis 24, no fue especialemente complicada:

Las cuestiones de cocina y compra ya venian arregladas porque desde pequeño solía hacer la comida y la cena en casa, siendo además el encargado de compras (supermercado, la polleria, los fiambres, el estanco y cualquier otra gestión) de las que sacaba buenas comisiones para gominolas.

La limpieza nunca fue un problema, jwjw, en tanto que no es del todo necesaria... Cuando el suelo cruje a cada pisada es que hay que pasar una cosa que se llama escoba. La fregona es un aparato semejante pero que se pasa mojado.

Para la colada, rápidamente aprendí las instrucciones, aqui el detergente, aqui el suavizante, este botón al siete y el agua fria. Al principio me salté la instrucción de que había que separar la ropa de color, pero la experiencia me hizo aprender el porqué...

La plancha fue el primer gran reto. Tras un par de intentos con las camisas (que han de quedar impecables) opté por adherirme a la cómoda opción burguesa de mis compañeros y Anna empezó a encargarse de ello. El resto de la ropa no se plancha.

Yo creia tener ya todo controlado, pero ayer me sobrevino un pequeño gran problema que me superó. El botón de la camisa... y es que no puedo ni imaginarme en que consiste eso de coser..

2 comentarios

Mr. Majestic -

Anita, y la cara de verguenza que se me puede poner?

Ana -

Joer, si hace falta saber todo eso para irse de casa, pa largo lo llevo.
Por cierto, hay unos sitios donde hacen composturas, y pueden resolverte el problema del botón :-)