Casa de puertas abiertas
La nueva casa es una constante verbena de idas y venidas de amistades varias que, cada noche, realizan muy agradables visitas y que, visto lo bien que los tratamos y las suculentas cenas que ofrecemos, confiemos en que ésta siga siendo su intención. ¿Queriamos vida social? Tengan dos raciones.
Y cada noche, cuesta encontrar el momento en que acostarse.. uno mira el reloj:
- la una, bueno esto está interesante, aun se puede apurar..
- las dos: mañana lo notaré, ¿quien tiene papel?
- las tres: de perdidos al rio, venga otra copita
- las cuatro: mañana (por hoy) me cago del sueño...
De momento tanto jaleo me ha impedido ser consciente del cambio, y cada día parecen unas vacaciones. El caos reina en la casa y voy tirando de la paciencia de mis compañeros que comprar, barren y organizan. Mientras tanto yo me he convertido en el especialista en avales bancarios y me queda por demostrarles mi genio con la taladradora y la colocación de estanterias torcidas. Ya me luci el otro día con la lámpara de la cocina de la que, cada visitante que se anima a hacer de pinche, comenta que hay poca luz y la lampara esta muy baja..
Por mi parte y por mucho que le pese a mi señora madre, ¡que viva el desorden!, oigan, que queden apiladas las terribles e inplanchables camisas, que nos coma el polvo y las cajas que inundan el pasillo. Ha estado muy bien eso de decir que "pa qué limpiar si con la (temida) fiesta de inaguración se va a poner todo perdío"...
Lo que si quiero quitarme ya de en medio son las dos velas esas, que no se cómo se metieron en el camión de la mudanza..
Y cada noche, cuesta encontrar el momento en que acostarse.. uno mira el reloj:
- la una, bueno esto está interesante, aun se puede apurar..
- las dos: mañana lo notaré, ¿quien tiene papel?
- las tres: de perdidos al rio, venga otra copita
- las cuatro: mañana (por hoy) me cago del sueño...
De momento tanto jaleo me ha impedido ser consciente del cambio, y cada día parecen unas vacaciones. El caos reina en la casa y voy tirando de la paciencia de mis compañeros que comprar, barren y organizan. Mientras tanto yo me he convertido en el especialista en avales bancarios y me queda por demostrarles mi genio con la taladradora y la colocación de estanterias torcidas. Ya me luci el otro día con la lámpara de la cocina de la que, cada visitante que se anima a hacer de pinche, comenta que hay poca luz y la lampara esta muy baja..
Por mi parte y por mucho que le pese a mi señora madre, ¡que viva el desorden!, oigan, que queden apiladas las terribles e inplanchables camisas, que nos coma el polvo y las cajas que inundan el pasillo. Ha estado muy bien eso de decir que "pa qué limpiar si con la (temida) fiesta de inaguración se va a poner todo perdío"...
Lo que si quiero quitarme ya de en medio son las dos velas esas, que no se cómo se metieron en el camión de la mudanza..
4 comentarios
Tharsis -
Ana -
Claro que, nadie dijo que tener más cara que espalda fuese contraproducente, of course...
Mr. -
brisaenlanoche -
Un abrazo.