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EL REY DEL RETIRO

Castigandome

Castigandome Mi subconsciente me conoce mucho mejor que mi consciente, además es más poderoso y menos desmemoriado. Sabe mejor que nadie que me encanta perderme, diluir la mente en los conciertos.

"Si madre..., bien... fui abrigado si, y no acabó tarde..., ya, si, hoy descansaré de todos modos... Vale mañana quedamos a comer. Un beeeso."

No podemos evitar dejar cosas por contar, incluso a quien nos abronca con todo el cariño del mundo y, por eso, en los puntos suspensivos he escondido las mil imprudencias de ayer. Mi subconsciente ya sabía que debia olvidar tomar el antibiótico, debía haberse imaginado que no iba a rechazar el gintonic a las 7 antes de entrar al ruedo, y que más tarde empezaría a fumar y a aceptar gustoso los tragos de los duros minis de whiskey, hasta evadirme, otra vez.

A mi, el exceso de decibelios, las guitarras saturadas de distorsión, el contundente bajo, cada pisada del bombo clavada en el esternón y sobre todo la voz chirriante del histriónico sacerdote Halford (oigan! un ser superior), me inspiraron belleza, un caudal de alegría contenida, una gozada de sentir, una gran sonrisa. Hay grupos que en directo son superiores, que tienen un bagaje, una historia que les avala y una puesta en escena que da pánico a quienes soñamos con estar ahí arriba.

1 comentario

Starless* -

Mmm... Gra*cias por ha*cer ll*egar un t*rocito de t*odo es*o, jw*.
*******!!
*!